domingo, 10 de noviembre de 2013

El día de la tila

El otro día quedé para desayunar con mi amiga Marta. Esa misma tarde volvía a Granada probablemente hasta Navidad, así que tenía muchas ganas de darle el último achuchón. El sitio elegido fue una tiendecita-barecillo de productos típicos malagueños. El desayuno consiste en una rebanada gigante de pan cateto y una tablita con diferentes productos: mermeladas caseras, mantecas, aceites, tomates.....Completamente riquísimo todo!!

Esa mañana me levanté temprano. Había dormido muy inquieta. Me desperté, Supertramp preparó café. Teníamos varias gestiones importantes entre manos. Burocracia vía telefónica, el sueño de cualquier persona: Resolver papeleo entre buche y buche de café. Al final todo aclarado, todas las llamadas productivas. Yo estaba en estado de hiperventilación absoluta mezclada con euforia. No lo he mencionado antes, pero algunas veces la cafeína me afecta de verdad y entro en una fase de hiperactividad profunda, saltos incluidos y ojos desorbitados. No es una exageración. Pregúntenle a Ale.
 
No podía quedarme más tiempo en nuestra cajita de cerillas, así que me vestí y salí a la calle. Llegué muy pronto así que me puse a deambular por las cercanías al punto de encuentro. Finalmente nos sentamos a desayunar y cuando el camarero toma nota de las bebidas, lo suelto sin pensar...."Para mi una tila por favor". Toda la mesa se me queda mirando. "Que tu no quieres café?!" "Lo siento chicas, como me tome otro café salgo volando, creo que es la segunda tila (aunque no recuerdo la primera) que pido en mi vida, pero de verdad que no podría con otro café, con el que llevo y el estado de éxtasis en el que me encuentro son suficientes"
 
Nos vamos a Chile. Ya es prácticamente una realidad. No sé cuándo llegaremos a Santiago, porque antes pasaremos dos días en Estambul y unos cuantos en Buenos Aires. Van a ser muchas horas de viaje. Mucho cansancio y mucho frío. Pero VA A SUCEDER. Al final, va a suceder.

Nos vamos.
 

Mis pies helados en alguna ciudad de Bélgica. Noviembre 2012.

 
.-La Cafetera

3 comentarios:

  1. No te sientas mal por haber pedido una tila, corasón; todos tenemos nuestros momentos tontos; lo importantes es superarlos delante de un buen tazón-doble-doble -gigante de café.Llegará un día en que incluso te reirás recordando que una mañana , para desayunar, pediste una tila.
    No lo olvides, todos tenemos un pasado y tenemos que aprender a vivir con él.
    besos
    L.

    ResponderEliminar
  2. Malagueños Viajeros al poder, tendrás que hacer una entrada relatando como rechazamos el café para poder dormir con tantas horas de vuelo y bus. Buenos Aires o Hong Kong. Cuando me acuerde de estos nombres estaré imaginando oir tu voz. :)

    ResponderEliminar
  3. Pues mira, una tila en una plaza céntrica de Santiago de Chile... y qué? No se me ocurre nada mejor...
    Qué envidia marrana siento por esa ruta... grgrgrgrgrgrgrgrgr....

    ResponderEliminar