domingo, 20 de octubre de 2013

Stuk Café

Hace un par de años nuestro queridísimo Migui se marchó un año de Erasmus. A Luxemburgo. Sí, Luxemburgo ¿Por qué? Nadie lo sabe. Según él la escuela de informática era muy buena y...blablablá. Te queremos igual Migueloncius.
 
El caso es que hoy es domingo. El domingo es mi día favorito (o lo era cuando tenía clase entre semana, porque ahora cualquier día puede ser domingo...) para regodearme en la morriña. Hoy tengo nostalgia de viajar. Pero no de cualquier tipo de viaje. De los viajes en invierno. De esos en los que vas por la calle como una bolita de fieltro a la que le han colocado dos bracitos muy cortos y que cuando entra en cualquier sitio parece como si te desinflaras y tienes que llevar una carretilla para poder transportar toda la ropa que te has quitado. De esos en los que nadie quiere ser el primero en proponer parar en una cafetería para tomar algo caliente, pero cuando el valiente abre la boca, los demás lo secundan aliviados. De esos viajes en los que despotricas todo lo humanamente posible sobre el tiempo, por tu boca salen los insultos climáticos más retorcidos que jamás pensaste que pudieran existir. De esos viajes que recordarás con el paso del tiempo como el más frío. Todos son el más frío en tu memoria. De esos viajes en los que te crees una superheroína porque eres capaz de caminar por la calle a temperatura mucho más baja de la que hace en tu ciudad. Si nieva, alcanzas el nirvana explorador.
 
        
Un coíno y dos boqueronas en Stuk Café
Hoy es domingo, y tengo morriña de viajar por ciudades grises, ciudades en las que atardece a las cinco de la tarde, ciudades europeas, con sus gentes europeas y totalmente diferentes a nosotros. Ciudades que nada tienen que ver con las que has visto en Andalucía. Personas con costumbres nórdicas (porque de Cataluña hacia arriba todo son costumbres nórdicas, porque decir nórdico o escandinavo es tannn sofisticado) personas con sombreros, abrigos, bufandas y guantes preciosos que nunca te podrás poner en Málaga a pesar de que seas completamente friolera. Hoy es domingo, y si cierro los ojos vuelvo a estar en febrero de 2012 sentada en Stuk Café, en Lovaina. Hoy es domingo, y si cierro los ojos no estoy de viaje, ni de paso, soy una nórdica o escandinava más.
 
La Cafetera.